El destino


La cola de americanas y vestidos largos daba la vuelta a la esquina. A primera vista se distinguía casi matemática la paridad de sexos. En el orden uniforme se sentían nerviosos movimientos, zumbidos como los de un enjambre intranquilo. La fila se desperdigaba en unidades que parecían pequeñas bolasrepetidas que rebotaban contra el suelo en su huída. Todos habían aprobado la oposición y al final del hilo de iguales encontrarían su destino. La curiosidad de un impaciente hizo parar a dos compañeros que volvían de saber su futuro.

–«¿Dónde os ha tocado?», espiaba el uno.

–«A mí el PP de Ávila», respondió primero el otro.

–«Y yo voy al PSOE de Almería», le siguió su amigo con la misma mueca.

Pocos, una minoría, salían descontentos con el reparto de su plaza de político demócrata. A la gran mayoría les daba igual una cosa que la otra después de sacarse su oposición.

~ por sraly en 2 agosto 2011.

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